Los que me conocen, los que me leen en el blog, saben que no soy un gran admirador de Bojan Krkic, me fastidia su poca ambición, su carácter infantil y retraído, su torpeza, su ansiedad, su cara y hasta cuando habla me cae un poco mal.
Pero esta “relación” entre Bojan y un servidor no empezó de esta manera, hubo una época en la que yo era un gran admirador del noi de Linyola.
Llevo abonado a Barça TV desde el año 2000, en estos 10 años he podido ver la evolución de muchos canteranos, entre ellos Piqué, Cesc, Messi y por supuesto Bojan. Digamos que al leridano le llevo viendo desde que tenía 10 años, y en todas las categorías posibles, donde arrasaba por donde pasaba, que clase, que soltura, que golazos. Quiero resaltar lo de la soltura porque es una cosa que veo que le falta ahora cuando tiene 20 años recién cumplidos.
¿Una cesión hubiese sido lo más idóneo para que Bojan explotara? No lo sé, al igual que tampoco sé si Guardiola será capaz de hacerle despertar, ni si podré volver a ver al Bojan que me encandiló cuando era un niño. Me acuerdo que le decía a mi padre: “Aquest noi, quan arribi al primer equip serà una estrella”, de momento me he equivocado. Con Piqué, Cesc o Messi está claro que apuntaban maneras y lo han confirmado.
Solo espero y deseo que con el cambio de número se den unas circunstancias esotéricas y que Bojan recupere la confianza para ser el 9 del Barça. Un número con una carga histórica brutal, los últimos 9 del Barça han sido: Kodro, Ronaldo, Sony Anderson, Kluivert, Eto’o e Ibra. Pero este número lo llevaron Kubala o César. Esperen que me estoy arrodillando.
Un consejo Bojan, quítate la presión, la ansiedad y suéltate la melena.
Quiero que me salgan heridas en las manos de tanto aplaudir tus goles
Atentamente
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